martes, 9 de septiembre de 2008

Los Bufones de la politica


¿Es de verdad o es broma? Fue lo primero que se nos ocurrió. Ver que un tipo que, se supone, quiere ser un alcalde serio, incorruptible, insobornable, que trabaja por su comunidad con ferviente ahínco y determinación por el más pobre, con claras señales de realizar un trabajo serio, desinteresado y con la disposición de tenderle una mano al débil, suba un jingle parodiando a Freddy Mercury es patético.
Otro bufón de la corte, candidato a concejal por Renca. Con su campaña “Me Empelota” pretende mostrarse desnudo y denunciando lo que le molesta de la política chilena.
Creo que con Gonzalo Cáceres entrando con tacones al municipio de Maipú, o Pato Laguna desfilando por los andenes de Estación central la clase política no suma.
A nuestro humilde parecer, los partidos se quedaron sin ideas para atraer o mejor dicho, motivar o ser parte activa de esta sociedad a los jóvenes. Molesta saber que los representantes juveniles tienen que realizar payasadas en lugar de argumentar con valores y alturas de mira, demostrar que son capaces para administrar el poder que se les confía. ¿Es totalmente risible que un tipo vestido de vieja te mire a la cara y asegure que va a lograr incorporarte al campo laboral dignamente?

Para la muestra, un buzón…perdón, un botón.


martes, 26 de agosto de 2008

El Pueblo Fantasma


No es una ciudad famosa ni aparece en las guías turísticas internacionales. Tampoco es una urbe cosmopolita, como algunos nos han tratado de hacer creer en este último tiempo, sino todo lo contrario, es más bien folclórica, vintage, desordenada, con índices de contaminación que asustan.
Si tuviéramos que personificarla, diríamos que Santiago es una Puta carreteada. Una señorita libertina que vivió sus años de desenfreno sin pensar en el futuro, se drogó con la posmodernidad y el lujo que le permitieron los años noventa, pero que ahora sufre el caos de esas contradicciones que le dio el pasado. De no haber diferenciado entre el Capitán y el polizonte. Y es esto último lo que le entrega a esta metrópolis una caótica y cambiante infraestructura. Barrios en los que conviven el estilo gótico con la exagerada arquitectura dictatorial de los 80.
La construcción rápida y desechable está matando nuestros pequeños tesoros. Lo gringo, los malls, el Mc Donald´s y sus sucedáneos, se están comiendo a la ciudad. El fin de semana fuimos al barrio Concha y Toro y nos asombró que hubiese tan poca gente recorriendo el lugar, contrastando con algún mall de la zona alta o periferia. Quizás al santiaguino tipo le falta descubrir los rincones de esta ciudad que, al menos a nuestro parecer, son rescatables turísticamente. De hecho, fue así como nos sentimos…Chilenos con su camarita en el brazo y tirando el flash a cada casa del lugar, cual japoneses en la Fontana Di Trevi.
Es terrible pensar que cada vez con mayor fuerza la cultura pop nos está pasando a llevar y no nos deja ver lo que tenemos frente a nuestras narices. Podríamos tomar como ejemplo a Argentina, específicamente a Buenos Aires, que defienden lo suyo y sus fachadas con uñas y dientes. Quizás por eso mismo es que ellos si salen en las guías turísticas.
Quizás también por esa razón el santiaguino se deja asombrar con cada juguetito nuevo que le muestran en el mercado, porque no sabe dónde están sus raíces, ni sus brazos, piernas, ni mucho menos su cabeza, o su corazón. Tal vez por esto también los chilenos no saben diferencia el clímax de un pequeño estímulo artificial.