martes, 26 de agosto de 2008

El Pueblo Fantasma


No es una ciudad famosa ni aparece en las guías turísticas internacionales. Tampoco es una urbe cosmopolita, como algunos nos han tratado de hacer creer en este último tiempo, sino todo lo contrario, es más bien folclórica, vintage, desordenada, con índices de contaminación que asustan.
Si tuviéramos que personificarla, diríamos que Santiago es una Puta carreteada. Una señorita libertina que vivió sus años de desenfreno sin pensar en el futuro, se drogó con la posmodernidad y el lujo que le permitieron los años noventa, pero que ahora sufre el caos de esas contradicciones que le dio el pasado. De no haber diferenciado entre el Capitán y el polizonte. Y es esto último lo que le entrega a esta metrópolis una caótica y cambiante infraestructura. Barrios en los que conviven el estilo gótico con la exagerada arquitectura dictatorial de los 80.
La construcción rápida y desechable está matando nuestros pequeños tesoros. Lo gringo, los malls, el Mc Donald´s y sus sucedáneos, se están comiendo a la ciudad. El fin de semana fuimos al barrio Concha y Toro y nos asombró que hubiese tan poca gente recorriendo el lugar, contrastando con algún mall de la zona alta o periferia. Quizás al santiaguino tipo le falta descubrir los rincones de esta ciudad que, al menos a nuestro parecer, son rescatables turísticamente. De hecho, fue así como nos sentimos…Chilenos con su camarita en el brazo y tirando el flash a cada casa del lugar, cual japoneses en la Fontana Di Trevi.
Es terrible pensar que cada vez con mayor fuerza la cultura pop nos está pasando a llevar y no nos deja ver lo que tenemos frente a nuestras narices. Podríamos tomar como ejemplo a Argentina, específicamente a Buenos Aires, que defienden lo suyo y sus fachadas con uñas y dientes. Quizás por eso mismo es que ellos si salen en las guías turísticas.
Quizás también por esa razón el santiaguino se deja asombrar con cada juguetito nuevo que le muestran en el mercado, porque no sabe dónde están sus raíces, ni sus brazos, piernas, ni mucho menos su cabeza, o su corazón. Tal vez por esto también los chilenos no saben diferencia el clímax de un pequeño estímulo artificial.

4 comentarios:

Leonardo López Orozco dijo...

talmente de acuerdo con la reflexion, creoq ue muchas veces la gente le importa menos el patrimonio y lo glorioso que fue alguna vez el patrimonio de esta ciudad, estilos de S.xix que pasan a ser tierra de relleno, y lo pero es que toda historia se va con el, como puse en http://www.fotolog.com/depaseoporahi/38909045 mientra suna maquina reposaba sobre lo que fue la fachada de la Fonda d elos Parra... la modernidad nos pasa por encima, es mejor andar camara en mano porque cada vez queda menos cultura para fotografiar

LaLoadeR dijo...

Me sentí provinciana total...

=P

Un vicio mas...Tu vicio. dijo...

simplemente, en relación a la comparación con Argentina..."""es por eso que ellos sí son campeones del mundo"""...no dejando de apreciar a mí Chile, creo que siempre hemos estado a años luz del vecino pais...

Solo_Dalia dijo...

Triste pero cierto, y no sólo en Stgo. sucede :o(


Saludos!!!